Sentimientos en Baja Visión

lunes, 8 de abril de 2013

Las consecuencias psicológicas de no haber comprendido


Os entiendo enormemente que les deis tanta importancia a los sentimientos, porque yo he vivido con una congoja especial por no haberlos entendido a tiempo. Mi abuelo perdió la vista por un ataque de tensión. Estaba también jubilado pero había sido siempre profesor de literatura. Después de aquello, el hombre aún veía algo, pero muy poco y, al leer se cansaba mucho. Su carácter cambió, se hizo triste y meditabundo, dejó de hacer cosas que antes hacía. La lectura siempre había sido muy importante en su vida y contaba con una extensa biblioteca en su casa. Solía pedirnos a mi hermano y a mí que le leyéramos párrafos de aquellos libros. En esa época nosotros éramos adolescentes y los volúmenes antiguos de mi abuelo nos parecían auténticos muermos. Sin embargo, no os podéis imaginar con qué delectación escuchaba el anciano los párrafos monótonos que le leíamos desganados. Algunos años más tarde, mi abuelo falleció. Y nada ni nadie me quitan de la cabeza que se nos fue de pena. Tal vez si yo hubiese podido entender los sentimientos de mi abuelo, me hubiera comportado de distinta manera y hubiera cooperado a que su vida con poca visión no se le hiciera tan triste. Lamentablemente no podemos dar marcha atrás al reloj, pero sí que os animo a desarrollar este aspecto de los problemas visuales para que todos los que lo tengan ahora puedan contar con la comprensión y las motivaciones que necesiten para una vida plena.
Paloma, 8 de abril de 2013


No hay comentarios:

Publicar un comentario